Todo lo que puedes ver, respirar, comer, beber o tocar es, esencialmente, químico. ¡Hasta el cuerpo humano se compone de sustancias químicas! Sin embargo, existen sustancias químicas beneficiosas y perjudiciales y, en este sentido, queremos que las clasificadas como perjudiciales y nocivas no terminen dañando nuestro entorno. ¿En qué consisten las sustancias químicas nocivas? Son duraderas, bioacumulables, tóxicas, cancerígenas, mutágenas y perjudiciales a nivel reproductor y endocrino. Sí, una larga lista de características que no queremos en nuestras prendas.

Al lavar, secar o estampar nuestras prendas, los proveedores deben cumplir nuestros requisitos químicos, que suelen ser más estrictos que las normas establecidas por la industria, y el resultado es que no debemos utilizar sustancias químicas peligrosas ni estas deben poderse encontrar en ninguno de nuestros productos. En el año 1995, fuimos una de las primeras empresas de moda en establecer una lista de restricciones en el uso de sustancias químicas. Desde entonces, esta lista se ha actualizado continuamente. Realizamos ensayos periódicos (miles al año) para garantizar el cumplimiento de nuestros proveedores.

Para asegurarnos de haber elegido los mejores productos químicos posibles, hemos adoptado un método denominado Screened Chemistry. Con este método pretendemos limitar las sustancias nocivas en la fase de diseño.